Hace 30 años, el día 9 de Mayo de 1988, el Papa Juan Pablo II arribaba a la Ciudad de Salto en un vuelo de PLUNA operado por uno de sus Boeing 737-200 (CX-BON). Se incorporó por aquel entonces el escudo papal al esquema de la aeronave.
Monseñor Pablo Galimberti, que viajó en este vuelo junto al Papa, recuerda que salieron a la hora prevista y que en la escalerilla del avión se le entregó a los obispos que viajaban un paraguas para resguardarse de la llovizna.
En su relato también menciona que el vuelo fue tranquilo y que la tripulación aprovechó para sacarse fotos con el sumo pontífice. Juan Pablo II fue la mayor parte del vuelo sin nadie a su lado, concentrado con su libro de oraciones y alguna otra lectura en sus manos, algo habitual en sus viajes según comenta Galimberti al cumplirse 30 años de este suceso.





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