Aquel día de mediados de Julio de 1978 fue atípico en el Aeropuerto de Carrasco para autoridades aeronáuticas y allegados al mundo de la aviación. Ese día la aerolínea más importante del mundo, PAN AMERICAN WORLD AIRWAYS, enviaba por primera vez a Montevideo un Boeing 747SP para cubrir su frecuencia a los Estados Unidos.
En ocasión de dicho suceso, las autoridades de la línea aérea con sede en Nueva York decidieron bautizar dicho avión con el nombre de nuestro prócer Gral. José G. Artigas. Para ello, se realizó una ceremonia mientras durara la escala del 747SP en Montevideo, con presencia de autoridades, medios de prensa, agentes de viajes, etc.
Tres banderas (de Uruguay, Estados Unidos y Artigas) cubrieron el nombre del avión durante el evento, finalmente cuando éstas se descubrieron pudo leerse “Clipper Gral. José Artigas” en la proa del Boeing 747SP.

Posteriormente se realizó una recepción en la terminal aérea y se hizo entrega de una placa conmemorativa que fue colocada junto a la escalera que llevaba a la planta alta de la terminal.

Sin embargo, esta historia que a simple vista podría haber sido un gesto de diplomacia y fraternidad entre ambos países, acabó en frustración. Al llegar a Buenos Aires, se retiró inmediatamente el adhesivo con el nombre de nuestro Prócer, de forma tal que la aeronave volvió a tener su denominación original: “Clipper Mayflower”.
Una vez que las autoridades aeronáuticas de nuestro país fueron informadas de que se había retirado el nombre de Artigas, quitaron la placa conmemorativa y la enviaron a la Gerencia de PanAm en claro signo de rechazo, considerando este suceso como una enorme falta de respeto.
La malinterpretada intención de PAN AM había sido bautizar el vuelo inaugural con el nombre de José Artigas, y no la aeronave como se había entendido. Las autoridades nacionales creyeron que el nombre de Artigas permanecería para siempre en el avión, mientras que las de PAN AM eran conscientes de que se trataba de un homenaje durante la escala del avión en Montevideo. Ninguno le comunicó su pensamiento al otro, lo cual acabó generando este gran malentendido.

De todos modos, pocos años más tarde llegaría un merecido homenaje a Artigas con su nombre en otra aeronave: el CX-BON de PLUNA.
Relato adaptado del libro “Pan Am, triunfo y tragedia de un coloso” de José Luis Hernández.