A 82 años del primer vuelo: El Embajador Británico que participó en la génesis de las Primeras Líneas Uruguayas.
Sobre los años treinta la aviación civil en nuestro país era muy reducida, casi inexistente. Todo se hallaba localizado en el llamado «Aeródromo de Melilla», lugar distante para la mayoría de los montevideanos que vivían en la ciudad.
Esa realidad comenzaría a cambiar en el año 1935 a partir del impulso de un joven aviador de tan solo 29 años, Alberto Márquez Vaeza. Su idea -revolucionaria para la época- era crear una línea aérea de pasajeros, correspondencia y carga. Márquez Vaeza obtuvo su brevet de piloto dos años antes, el Nº 46, en el denominado «Centro Nacional de Aviación», actualmente el Aero Club del Uruguay.
Por aquel entonces, este joven emprendedor logró convencer a su hermano -Jorge Márquez Vaeza- de vender la casa de importaciones que ambos tenían en la Ciudad Vieja para invertir el dinero en su proyecto de línea aérea nacional. De común acuerdo liquidaron la casa importadora y con ese dinero comenzaron la búsqueda de dos aviones para dar inicio a la empresa. Corría mediados del año 1935.
Sin embargo, el impulso de estos dos jóvenes no era suficiente. Pocos confiaban en el éxito de esta idea y se respiraba un ambiente de pesimismo respecto de su puesta en marcha. La «Primera Locura Uruguaya No Aguanta», así fue bautizada la idea de los hermanos Márquez por parte de algunos de sus amigos aviadores.
• El respaldo de Millington-Drake.
La creación de las Primeras Líneas Uruguayas de Navegación Aérea contó con el respaldo entusiasta de un hombre que confió en el proyecto de estos dos hermanos: Sir. Eugen John Henry Vanderstegen Millington-Drake, Embajador Británico en Uruguay entre 1934 y 1941.
El autor Juán Maruri, en su libro “La historia de la aviación comercial en el Uruguay”, señala:
“Con el apoyo del ministro Británico Eugen Millington Drake, quien consiguió un crédito en un banco de su país por 14 mil pesos oro uruguayos, que se sumaron a los que sacaron los Márquez Vaeza de la liquidación de la casa importadora, logró reunir los 47 mil pesos necesarios para adquirir en Inglaterra los aviones seleccionados, dos biplanos bimotores De Havilland DH 90 para dos pilotos y tres o cuatro pasajeros con los cuales iniciar la línea aérea.»
En el mismo libro, el autor manifiesta, que se donaron, por parte de la esposa de Millington Drake, tres becas de estudio para preparar un piloto, un especialista en mantenimiento y para que Márquez Vaeza adquiriera conocimientos en lo referente a la gestión empresarial de una empresa aérea.
El apoyo técnico y financiero del Embajador Británico fue clave para la puesta en marcha inicial de la línea aérea, Millington-Drake realizó un aporte cultural enorme en nuestro país. Sus logros son reconocidos en la actualidad, incluso una calle de Montevideo lleva su nombre.
Hace 82 años, el día 20 de noviembre de 1936, P.L.U.N.A. realizó el primer vuelo regular en nuestro país con un bimotor De Havilland DH 90 de nombre “San Alberto”, volando desde el Aeródromo de Melilla hasta Salto. Desde ese preciso momento, esta historia estuvo en el aire hasta el año 2012.
